23 mar 2009

Fineo y las Arpías

Arpía o Harpía


Las arpías eran hijas de Electra y Taumante y hermanas de Iris. Hesíodo las describía en su Teogonía como criaturas de «adorables cabellos». Aunque mitos posteriores la consideraban monstruos aberrantes que raptaban almas y niños.



Fineo intentando comer de su banquete


Cuenta la leyenda que Fineo, un rey de Tracia, era ciego y tenía el don de la profecía.
Zeus, furioso con él por haber revelado secretos de los dioses del Olimpo contra la voluntad de éstos, lo castigó confinándole en una isla con un festín del que no podía comer nunca nada, porque las arpías siempre robaban la comida de sus manos justo antes de que pudiera tomarla.




Este castigo se prolongó hasta la llegada de Jasón, rey de Corinto y los argonautas, que enviaron a los héroes alados, los Boréadas, Calais y Zetes, tras las arpías.




Éstos lograron espantarlas, pero no las mataron a petición de Iris, la diosa del arco-iris, quien prometió que Fineo no volvería a ser molestado por ellas.
Agradecido por su ayuda, Fineo contó a los argonautas cómo superar las Simplégades para poder continuar su hazaña.




La versión básica de este mito, a medida que fue contada una y otra vez, añadió nuevos detalles: como que las arpías no robaban la comida sino que la ensuciaban con sus excrementos, haciéndola incomible.




Pronto fueron vistas como difusoras de suciedad y enfermedad, adquiriendo también su más famosa apariencia monstruosa, que se deleitaban molestando a otros seres y animales, aunque hay versiones que también le otorgan una personalidad cobarde, ya que por cuenta propia y sin ninguna de sus hermanas, escapan con frecuencia.




En cambio no es así cuando se encontraban todas juntas, aquí tomaban una actitud vengativa y seguían y perseguían a un enemigo durante kilómetros.

Con esta forma fueron agentes del castigo, que raptaban a la gente y la torturaban de camino al Tártaro.

Eran despiadadas, crueles y violentas y vivían en las islas Estrófades. Solían ser vistas como personificaciones de la naturaleza destructiva del viento.





En el mito, Jasón las encerró en una jaula y las condenó a que comieran de las sobras de Fineo, otorgándole así la libertad de disfrutar de su festín y ganándose - de esta manera - la ayuda visionaria de ese oráculo humano.


Nota: este texto pertenece a la categoría "Mitología Griega - Leyendas Mitológicas"



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3 comentarios:

  1. otra vercion fue que una de las arpias la mataran la otra hullo pero murio

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  2. Muy buena información, muy detallada y me ha servido para poder completar y realizar un trabajo de Cultura Clásica.

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